Centro de nutrición y diabetes
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Cogollo Cordero, Jaime Enrique | 2020
La idea de agrupar un servicio de alimentación encaminado al mejoramiento de la salud
física nace al identificar la gran problemática de muchas personas que padecen enfermedades que
limitan su vida, inicialmente una restricción de consumo de azúcar que tiene una población con
características en común como sobrepeso, diabetes y desórdenes gastrointestinales,
principalmente. Inicialmente, se puede inferir que estos problemas se dan por el elevado consumo
de azúcares procesadas y malos hábitos alimenticios. De hecho, investigaciones dan como
resultado el problema, en tanto que hay “factores ambientales, biológicos, psicológicos o
nutricionales podrían explicar la asociación entre consumo de carbohidratos simples,
malnutrición y ocurrencia de desórdenes gastrointestinales funcionales” por la tanto, la solución
no puede provenir de una sola fuente sino más bien la conjunción de distintas medidas que las
personas afectadas deberán tomar. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2016), la
diabetes es una grave enfermedad crónica que se desencadena cuando el páncreas no produce
suficiente insulina o cuando el organismo no puede utilizar con eficacia la insulina que produce.
La insulina es una hormona que regula el nivel de azúcar o glucosa en la sangre. En el caso
colombiano, la diabetes es un importante problema de salud pública y una de las cuatro
enfermedades no transmisibles seleccionadas para intervenir de carácter prioritario, ya que en las
últimas décadas ha aumentado el número de casos y la prevalencia de la enfermedad. Según el
National Institutes of Health de Estados Unidos (NIH, 2014), el ingerir azúcar conlleva a tener
una deliciosa sensación dulce producida por una inyección de azúcar en el torrente sanguíneo
estimulando el cerebro, los mismos centros del placer que corresponden a la heroína y la cocaína.
“Con el tiempo, el exceso de edulcorantes puede afectar negativamente la salud. Varios estudios
han encontrado una relación directa entre el exceso de consumo de azúcar y la obesidad y los
problemas cardiovasculares en todo el mundo” (NIH, 2014). Es por esta razón que muchas
organizaciones promueven el consumo de azúcares naturales y eliminar el consumo de productos
artificiales terminados en “osa”, por ejemplo, la sacarosa, ya que es el sufijo de elementos
químicos del azúcar que hacen daño a la salud humana. En las últimas tres décadas, la
prevalencia de obesidad en los países desarrollados ha alcanzado dimensiones epidémicas y
continúa en aumento. Existe una clara relación entre la ingesta de grasas y la ganancia de peso, el
papel de los carbohidratos y la sacarosa en el desarrollo de la obesidad surge debido a la creciente
demanda de bebidas azucaradas y el incremento calórico en la dieta asociado al consumo junto
con el descenso de actividad física. A pesar de múltiples estudios y campañas publicitarias,
existen incógnitas acerca del papel que juegan las dietas ricas en azúcares ya que la obesidad es
un problema de salud pública en muchos países, incluido Colombia. 9 Según la Asociación
Colombiana de Diabetes (Asodiabetes, 2016) en Colombia la prevalencia de diabetes tipo 2
oscila entre el 4 y 8 % en función del rango de edad, esta enfermedad se encuentra entre las
primeras cinco causas de muerte en Colombia, y en la ciudad de Sahagún se concluyó que 5 de
cada 10 adultos mayores de 30 años padecen diabetes tipo 2 por tener los niveles de azúcar
elevados, y solo son descubiertos cuando se practican los exámenes, la diabetes es una
enfermedad hereditaria que se desarrolla con niveles de azúcar muy altos si no se les presta la
debida atención a tiempo, las personas que están enfermas deben evitar el aumento de peso e
incrementar la actividad física ya que la incidencia de diabetes aumenta con la edad.
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